Santo Domingo. — El consultor político dominicano Rafael Céspedes Morillo, reconocido
analista de la política venezolana desde la época de Hugo Chávez, aseguró que el final del
régimen de Nicolás Maduro está cada vez más cerca.
Céspedes, quien ha seguido de cerca las dinámicas políticas de Venezuela durante décadas, fue
enfático al señalar que los recientes resultados electorales, lejos de fortalecer al oficialismo,
revelan su debilidad estructural.
“La caída de Maduro no pasa del 2027”, afirmó Céspedes en una entrevista con el periodista
Manuel Jiménez, en el programa Propuesta de la Noche que se produce por Teleimpacto,
canales 52 y 22 a las 7:00 pm, de lunes a viernes.
“Lo que hemos visto en las últimas elecciones no fueron elecciones reales, fueron simples
votaciones manipuladas, en las que apenas participó el 16% de la población. El chavismo dice
haber ganado el 83% de los votos, pero si eso es apenas el 90% de un 16%, ¿cuánto representa
en realidad? Nada”, sentenció.
El experto recordó que en esas votaciones —donde se escogieron gobernadores,
parlamentarios y alcaldes— el madurismo no tuvo competencia real, pues buena parte de los
opositores de peso se ha desmoronado o, en palabras de Céspedes, se han “arrastrado” al
oficialismo.
Entre los casos que más le decepcionan mencionó al excandidato presidencial Enrique Capriles
y a Claudio Fermín, de quienes dijo: “Alguna vez tuvieron peso político, pero hoy son apenas
piezas dentro del juego del gobierno”.
Céspedes confesó que incluso en tiempos de Chávez, llegó a ver a Claudio Fermín como un
peligro potencial para el chavismo, al punto que intentó influir para que se le diera un cargo
ministerial como estrategia para “quemarlo políticamente”.
Sin embargo, reconoció que nunca imaginó que, años después, Fermín se prestaría a legitimar
procesos que, a su juicio, son solo un “teatrico vulgar”.
Pero no solo la oposición política ha fallado, según Céspedes. El consultor sostiene que una de
las grandes debilidades estructurales de Venezuela radica en el colapso de su sociedad civil.
A diferencia de República Dominicana, donde el empresariado y las iglesias funcionan como
contrapesos al poder político, en Venezuela esos sectores “abandonaron el país” hace años.
“FedeCámara, que era la gran organización empresarial, desapareció de facto. Los empresarios
sacaron sus capitales fuera, priorizaron sus intereses en Miami, en Colombia, en Panamá,
antes que luchar por su patria. Y las iglesias tampoco asumieron un rol crítico efectivo”,
explicó.
El vacío que dejó ese tejido social desintegrado, sumado a la feroz represión del gobierno y al
debilitamiento de liderazgos opositores, ha permitido a Maduro mantenerse en el poder.
Pero Céspedes cree que la situación ha llegado a un punto de quiebre: “El gobierno ya no tiene
piso. No pueden meter más gente presa, ya tienen entre 5.000 y 6.000 detenidos políticos. La
gente ha comenzado a demostrar que está lista para seguir adelante, para hacer lo que haya
que hacer para no seguir bajo este régimen”, advirtió.
A juicio de Cespedes, lo que se viene no es una transformación liderada desde arriba, sino una
explosión social. “En Venezuela van a surgir movimientos sociales más que políticos. Lo que
acaba de pasar en las elecciones no es motivo de celebración para Maduro. Sacar un 20%
después de 26 años en el poder es pírrico, es ridículo”, sostuvo.
Céspedes destacó que la erosión del apoyo cubano ha sido otro golpe letal para el chavismo.
“Antes Cuba apoyaba a Venezuela; ahora es Venezuela la que sostiene a Cuba. Rusia juega
para Rusia, no para Venezuela. Maduro se está quedando solo”.
Respecto al liderazgo opositor, Céspedes fue especialmente elogioso con María Corina
Machado, de quien dijo: “Es la única que yo estoy convencido de que no es comprable. Tiene
integridad, seriedad, valores. Pero también tiene limitaciones: su base social está en los
sectores más altos, le falta penetración estratégica en las clases populares”.
Céspedes argumentó que, al igual que en los años 90, cuando el colapso de los partidos
tradicionales abrió la puerta al ascenso de Hugo Chávez, ahora el colapso del chavismo dejará
un espacio vacío que será ocupado por una nueva figura. “No pasará de 2027 sin que surja un
Chávez de otra etiología, alguien nuevo que encabece el cambio. La sociedad venezolana está
madura para ese momento”.
Finalmente, recordó que la historia venezolana ya ha vivido momentos similares de crisis y
transformación. “Chávez surgió porque la gente estaba harta de una democracia que no
resolvía nada. Hoy la gente está harta de una dictadura que no resuelve nada. Y en el horizonte
no veo más represión, veo rebelión”, sentenció.