Por primera vez en la historia, más de mil católicos LGBTQ+ y sus simpatizantes realizaron este fin de semana un peregrinaje al Vaticano, en lo que los organizadores consideran un signo importante de diversidad dentro de la Iglesia.
La actividad reunió a unas 1,400 personas de alrededor de 20 países y formó parte del Año Santo Jubilar de la Iglesia católica. Fue organizada por La Tenda di Gionata (La Tienda de Jonatán), una asociación italiana que promueve mayor inclusión entre los fieles.
Aunque los peregrinos no tuvieron una audiencia privada con el papa León XIV, esta es la primera ocasión en que un evento de este tipo figura en el programa oficial del Jubileo, a pesar de que grupos LGBTQ+ ya habían visitado el Vaticano en el pasado.
Entre los participantes estuvo Yveline Behets, una mujer transgénero de 68 años procedente de Bruselas, quien recorrió 130 kilómetros junto a otras 30 personas LGBTQ por parte de la antigua ruta de peregrinación Via Francigena hasta llegar a Roma.
Behets expresó que espera más “pluralidad” de la Iglesia tras haber sentido dificultades para ser reconocida entre otros católicos. “No somos solo extraños a los que se da la bienvenida de vez en cuando, somos parte de la misma familia”, afirmó mientras vestía una camiseta con los colores del arcoíris.
Como millones de peregrinos lo han hecho antes, los participantes caminaron hasta el Vaticano con una cruz pintada con los colores de la bandera LGBTQ y atravesaron la Puerta Santa de la basílica de San Pedro.
Hugo, un canadiense de 35 años, destacó que este peregrinaje es “una señal muy importante para sentirnos más incluidos” y dijo esperar que motive a más fieles a ser acogedores con los homosexuales en la Iglesia.
Sin embargo, admitió que el camino hacia la aceptación aún es largo en una institución que por siglos ha considerado los actos homosexuales contrarios a su doctrina. “Si todos nos conociéramos mejor, muchas barreras caerían”, señaló, aunque advirtió que todavía “quedan muchos obstáculos”, sobre todo para las parejas que buscan la bendición eclesial a uniones entre personas del mismo sexo.
El fallecido papa Francisco había buscado abrir las puertas de la Iglesia a todos, tendiendo puentes con la comunidad LGBTQ sin modificar la doctrina. Su decisión de 2023 de permitir a los sacerdotes bendecir a parejas del mismo sexo provocó fuertes críticas, en especial de sectores conservadores en África.
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