“Vamos a combatir el fuego con fuego”, afirmó el gobernador de California, Gavin Newsom, frase que resume su estrategia desde que Donald Trump regresó a la Casa Blanca en enero.
El mandatario californiano ha adoptado un papel de oposición firme frente a Trump, usando ruedas de prensa mediáticas y una estrategia de redes sociales al más puro estilo del expresidente, lo que refuerza su perfil de cara a las elecciones presidenciales de 2028, candidatura que él mismo ha reconocido como de interés.
Newsom ha tomado acciones concretas que evidencian su postura combativa: tras la modificación del mapa electoral en Texas, impulsada por Trump para favorecer a los republicanos en las elecciones de medio término de 2026, el gobernador californiano comenzó a rediseñar el mapa de California para dar ventaja a los demócratas.
La confrontación también se reflejó cuando Trump ordenó en junio el despliegue de la Guardia Nacional en Los Ángeles durante las protestas por las redadas migratorias. Actualmente, EE.UU. cuenta con una “trifecta republicana”, donde el partido del presidente controla la Casa Blanca y ambas cámaras del Congreso, aunque la mayoría en la Cámara de Representantes es estrecha, lo que podría cambiar en las elecciones de 2026.
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En este contexto, el llamado gerrymandering —manipulación de distritos electorales para favorecer a un partido— se convirtió en un campo de batalla entre Trump y Newsom. Mientras el presidente buscaba redibujar los distritos de Texas, Newsom inició su propio plan en California para asegurar más representantes demócratas en Washington.
Durante una conferencia con periodistas organizada por el Comité Nacional Demócrata, Newsom calificó la contienda como “la ley de Donald Trump contra el estado de derecho”, y en redes sociales desafió directamente a Texas: “A jugar, Texas”.
La estrategia parece rendir frutos. Las encuestas muestran un aumento en su popularidad entre los votantes demócratas: un sondeo reciente de Echelon Insights lo ubica en segundo lugar con un 13% de apoyo, solo detrás de Kamala Harris (26%), mientras que en abril estaba en sexto lugar con un 4%.
El gobernador ha logrado posicionarse como una figura central dentro de su partido, reforzando la percepción de que su estilo directo y combativo puede ser un factor determinante de cara a la contienda presidencial de 2028.
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