Por: Primitivo Gil.
Nueva jurisdicción eclesiástica abarcará Santo Domingo Este y servirá a más de un millón de habitantes
SANTO DOMINGO ESTE, República Dominicana. – En una decisión histórica para la Iglesia Católica dominicana, Su Santidad el Papa León XIV anunció hoy desde el Vaticano la creación de la Diócesis Stella Maris, desmembrada de la Arquidiócesis de Santo Domingo, con sede en el municipio de Santo Domingo Este.
La nueva circunscripción eclesiástica, que marca un hito en la reorganización del mapa episcopal dominicano, tendrá como primer obispo a Monseñor Manuel Antonio Ruiz de la Rosa, sacerdote de reconocida trayectoria pastoral y social en el país.
UN TERRITORIO EN CRECIMIENTO
La Diócesis Stella Maris abarcará una superficie de 588.87 kilómetros cuadrados, cubriendo los municipios de Santo Domingo Este (sede episcopal), San Antonio de Guerra y Boca Chica. Esta nueva jurisdicción servirá a una población total de 1,291,516 habitantes, de los cuales 943,762 son católicos, representando aproximadamente el 73% de los residentes de la zona.
La decisión papal responde al crecimiento demográfico exponencial experimentado en la región oriental del Gran Santo Domingo en las últimas décadas, así como a la necesidad de brindar una atención pastoral más cercana y eficiente a los fieles católicos de estos importantes municipios.
INFRAESTRUCTURA PASTORAL ROBUSTA
La nueva diócesis contará con una sólida infraestructura pastoral compuesta por 64 parroquias, 40 sacerdotes diocesanos, 55 sacerdotes religiosos, 39 diáconos permanentes, 12 seminaristas, 12 religiosos profesos y 83 monjas, garantizando así una amplia cobertura espiritual para sus feligreses.
La histórica Parroquia Stella Maris será elevada a la dignidad de catedral, convirtiéndose en el centro espiritual y administrativo de la nueva diócesis. Este templo, con su característica arquitectura que incluye una imponente torre campanario, se convertirá en el símbolo de la nueva jurisdicción eclesiástica.
EL PRIMER OBISPO: UN PERFIL DE SERVICIO
Monseñor Manuel Antonio Ruiz de la Rosa, quien asume como primer obispo de Stella Maris, nació precisamente hoy hace 60 años en Los Haitises, Bayaguana, el 27 de agosto de 1965. Fue ordenado sacerdote el 10 de julio de 1993, tras completar sus estudios de Filosofía en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) y Teología en el Seminario Pontificio Santo Tomás de Aquino.
El nuevo prelado se ha destacado por su compromiso social, siendo actualmente Secretario Ejecutivo de la Comisión Nacional de Vida de la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED) y Delegado de la CED ante el Consejo Económico y Social (CES). Además, dirige el proyecto «Hogar Vida y Esperanza», dedicado al cuidado de niños abandonados y con discapacidad, y es creador del innovador colegio Movearte, construido en gran parte con materiales reciclados.
REACCIONES POSITIVAS
La creación de la nueva diócesis ha sido recibida con beneplácito por diversos sectores de la sociedad dominicana. Organizaciones políticas como la Secretaría de Cultos del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) han saludado la decisión papal, reconociendo la importancia de fortalecer la presencia de la Iglesia Católica en esta pujante región del país.
Medios especializados han destacado el perfil doctrinalmente sólido del nuevo obispo, subrayando su preparación académica y su amplia experiencia en el trabajo pastoral y social.
SIGNIFICADO HISTÓRICO
La Diócesis Stella Maris se convierte en la jurisdicción eclesiástica más reciente creada en República Dominicana, marcando un momento histórico en la evolución de la estructura diocesana del país. Su establecimiento refleja el dinamismo y crecimiento de la Iglesia Católica dominicana, así como la visión pastoral del Papa León XIV de acercar la administración eclesiástica a las comunidades en expansión.
El anuncio oficial se realizó desde el Vaticano al mediodía hora de Roma (6:00 a.m. hora local dominicana), siguiendo los protocolos tradicionales de la Santa Sede para este tipo de nombramientos.
PERSPECTIVAS FUTURAS
Con esta nueva diócesis, la Iglesia Católica dominicana fortalece su presencia en una de las zonas más dinámicas y pobladas del país, donde convergen importantes centros urbanos, comerciales y turísticos. La proximidad al Aeropuerto Internacional de las Américas y la presencia de Boca Chica como destino turístico otorgan a la nueva jurisdicción una proyección especial tanto a nivel nacional como internacional.
La ceremonia de instalación del nuevo obispo y la inauguración oficial de la diócesis se espera que se realice en las próximas semanas, en una celebración que reunirá a autoridades eclesiásticas, civiles y representantes de la comunidad católica de toda la región.