Por: Primitivo Gil
La economía de República Dominicana continúa evidenciando fortaleza y resiliencia en un contexto internacional marcado por la incertidumbre. El Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE) registró un crecimiento de 3.1% interanual en mayo de 2025, impulsado por los sectores minería, agropecuario, manufactura y construcción.
Proyecciones favorables para 2025
Las perspectivas económicas para el país se mantienen optimistas, con un crecimiento proyectado entre 3.0% y 4.0% para 2025. Esta expansión se sustenta en la expectativa de que se disipe gradualmente la incertidumbre global y se amplíen los espacios para flexibilizar las condiciones monetarias.
Sector externo en alza
El desempeño del sector externo muestra resultados destacados:
– Exportaciones: Superaron los US$6,100 millones en enero-mayo, con un crecimiento de 9.8% interanual
– Remesas: Alcanzaron US$4,900 millones en el mismo período, aumentando 11.9% interanual
– Inversión extranjera directa: Se proyecta que supere los US$4,700 millones en 2025
Fortaleza del peso dominicano
La moneda nacional ha mostrado una apreciación acumulada del 2.3% hasta junio de 2025, reflejando la evolución favorable de las actividades generadoras de divisas y mitigando el impacto de la incertidumbre internacional sobre el mercado cambiario.
Reservas internacionales sólidas
Las reservas internacionales se ubicaron cerca de US$14,700 millones en junio, equivalente a aproximadamente 11% del PIB y cinco meses de importaciones, superando las métricas recomendadas por el Fondo Monetario Internacional.
Contexto regional e internacional
A nivel regional, la mayoría de bancos centrales latinoamericanos mantiene tasas de interés sin cambios sustanciales, incluyendo Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Paraguay, Uruguay y República Dominicana. Brasil constituye una excepción al continuar incrementando su tasa de referencia ante presiones inflacionarias.
El Banco Central de la República Dominicana reafirma su compromiso de monitorear la evolución económica y adoptar las medidas necesarias para preservar la estabilidad macroeconómica, manteniendo la inflación dentro del rango meta establecido.