
El Vaticano.
El papa Francisco ha calificado como «una desgracia» el plan del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de llevar a cabo deportaciones masivas de inmigrantes en situación irregular. En una entrevista con el programa italiano ‘Che tempo che fa’, el pontífice expresó que estas acciones harían «pagar la cuenta del desequilibrio a los pobres desgraciados que no tienen nada», y enfatizó que «así no se resuelven las cosas».
Francisco también señaló que no ha mantenido comunicación reciente con Trump, recordando que se reunieron durante el primer mandato del mandatario estadounidense en el Vaticano. Además, el papa sugirió que la inmigración podría ser una solución para la disminución demográfica en países europeos envejecidos, como Italia y España, indicando que si no se fomentan nacimientos, se debería permitir la entrada de inmigrantes. Para que esto funcione, destacó la importancia de que los inmigrantes sean «acogidos, acompañados, promovidos e integrados».
Estas declaraciones se producen en un contexto donde Trump ha anunciado su intención de firmar un número «récord» de decretos presidenciales inmediatamente después de su investidura, con el objetivo de revertir políticas de la administración anterior y endurecer las medidas migratorias. Su «zar de la frontera», Tom Homan, afirmó que la nueva administración arrestará a las personas que considere «amenazas a la seguridad pública» desde el «primer día».
La postura del papa Francisco refleja su constante defensa de los migrantes y su crítica a políticas que, según él, no abordan las causas subyacentes de la migración y penalizan a los más vulnerables. Esta no es la primera vez que el pontífice critica las políticas migratorias de Trump; ya en 2016, durante la campaña electoral, Francisco cuestionó las propuestas del entonces candidato, sugiriendo que construir muros en lugar de puentes no es una actitud cristiana.